domingo, 17 de febrero de 2013

R. Williams: el inicio de una revolución teórica-cultural


Los inicios de los Estudios culturales plantearon la necesidad de analizar la cultura dentro de un sistema social, por lo tanto las condiciones sociales e históricas incluirían al arte y a la literatura dentro de un sistema más complejo que establece relaciones entre arte y estructura económica, histórica y social. El primero en establecer las bases de dicho análisis fue Raymond Williams (Reino Unido 1921 – 1988), este ensayo establecerá la relación entre la obra de Williams titulada Cultura y sociedad. 1780 -1950. De Coleridge a Orwell y su productor, consumidor y contexto.

1.      Productor
Raymond Williams es una figura legendaria de lo ahora conocido como “Estudios culturales”. En su juventud colaboró en campañas de solidaridad con España y China, su internacionalismo lo llevó a adjuntarse en una experiencia personal en La Segunda Guerra Mundial, fue activo en la campaña de solidaridad con Vietnam y en varias coaliciones en contra del Poder Militar Británico. El activismo político que Raymond Williams llevó a cabo durante su vida fue un eje crucial en sus reflexiones para una teoría cultural.

Williams dedicó su vida y obra a establecer las bases para una teoría cultural. Williams subraya la necesidad de explorar las relaciones entre diversas y específicas actividades humanas dentro de las situaciones históricas. El acercamiento al elemento de la producción en la obra de Raymond Williams se centrará en el Prólogo de la primera edición, el Prólogo a la edición de 1987 y las Conclusiones de su libro Cultura y sociedad. 1780 -1950. De Coleridge a Orwell. El título del original en inglés es Culture and society. Coleridge to Orwell, este libro prosiguió a la investigación iniciada con la fundación de la revista Politics and Letters de la que fue editor Raymond Williams entre 1946 y 1948, el objetivo de la revista se fundamentó en explorar y reinterpretar la tradición que describe la palabra “cultura” en términos de la experiencia de su generación. También partes del libro fueron publicadas en Universities and Left Review[1], esta revista se distinguió por su rechazo a la ortodoxia del partido laborista británico y al legado del Partido Comunista en Gran Bretaña. En 1950 comenzó a escribir el libro que estuvo en prensa mientras que Williams meditó sobre las direcciones en que podían avanzar con provecho a los trabajos realizados en la edición de su revista:

Me parece, en primer lugar, que estamos llegando, desde distintos caminos, a un punto en que podría elaborarse efectivamente una nueva teoría general de la cultura. En este libro procuré aclarar la tradición, pero puede ser posible avanzar desde aquí hacia una plena reformulación de los principios que tome la teoría de la cultura como una teoría de las relaciones entre los elementos pertenecientes a todo un modo de vida (Raymond Williams, 2001: 8).

Tal como afirman sus palabras anteriores, en el Prólogo de la primera edición de su libro Cultura y sociedad. 1780 – 1950. De Coleridge a Orwell, considera imperante examinar los procesos detallados de la cultura, asimismo una revisión de la historia cultural recibida en relación con los temas del alfabetismo, los niveles educativos y la prensa, es necesario realizar estudios pormenorizados de los problemas sociales y económicos de la expansión cultural como herramientas para formular una política común adecuada. Sin embargo es interesante resaltar que en el Prólogo a la edición de 1987, Williams ve su estudio de una forma diferente:

Ya han pasado más de 25 años desde que escribí Cultura y Sociedad. A veces, cuando lo releo todo o en parte, me parece que es como leer un libro escrito por otro. No obstante, fue en él donde encontré por primera vez una posición que expresaba mi idea de lo que había pasado y aún estaba pasando en la civilización industrial y en su arte y su pensamiento. Desde entonces desarrollé y en ocasiones modifiqué determinados aspectos y juicios, pero no renuncié a mi opinión de que una de las formas fundamentales de entender los dos extraordinarios siglos que cambian tan enormemente el mundo y que subyacen a su gran crisis actual consiste en valerse de la reflexión detallada y compleja sobre la cultura que ha sido tan activa y vibrante en todas sus etapas (Raymond Williams, 2001: 9).

            Cultura y sociedad. 1780 -1950. De Coleridge a Orwell se publicó en 1958, fue considerado como un texto fundador de la nueva izquierda británica, el mismo Williams en este Prólogo menciona que este libro junto con su libro The Long RevolutionThe Uses of Literacy de Richard Hoggart y William Morris y La formación de la clase obrera en Inglaterra de E. P. Thompson para poner en marcha una nueva tradición intelectual y política, su respuesta en el Prólogo a la edición de 1987 es interesante:

Toca a otros decirlo. La historia, en realidad, es muy compleja. Pero recuerdo que en 1968 se decía algo diferente. Estos libros, o algunos de ellos, todavía eran respetados, pero a menudo se les atribuía una especie de radicalismo cultural que desde entonces quedó a la zaga de un tipo de socialismo más claro, más duro y, en rigor, más tradicional. Sea como fuere, sé que elaboré algunos de los argumentos en ese sentido, por razones a las que todavía adhiero (Raymond Williams, 2001: 10 – 11).

Estos prólogos son interesantes al relacionarlos con las Conclusiones de este mismo libro por los planteamientos que expone sobre la idea de cultura, la democracia de masas y los puntos de una cultura incluyente. En las conclusiones se define la idea de cultura como la reacción general a un cambio general y fundamental en las condiciones de nuestra vida común, en las cuales el hombre tiene una intervención directa, también la idea de cultura es un proceso, tres fases principales contribuyen a entender las fases de la idea de cultura, la de la industria, la cuestión de la democracia y la cuestión del arte. Las bases de la teoría cultural que desarrolló Williams se plantearon el problema de la emancipación y de la cultura como ejercicio de la democracia.

            La crítica que desarrolla Raymond Williams en sus conclusiones es precisamente a la democracia caracterizada simplemente como el proceso mediante el cual una clase dominante encauza su tarea de gobernar, para la cual las masas constituyen una amenaza a la cultura, estos conceptos de masa y democracia de la clase en el poder son productos de la revolución industrial; así el desarrollo de la idea de cultura ha sido una crítica de lo que se denominó la idea burguesa de sociedad, esta crítica se debe fundamentar en el desarrollo de una cultura común, cuyo principal objetivo es “Liberarse de la ilusión de la existencia objetiva de “las masas” e inclinarse a la adopción de una concepción más real y activa de los seres humanos y sus relaciones es, de hecho, realizar una nueva libertad (Raymond Williams, 2001: 273)”.


2.      Consumidor

El presente apartado se abocará a la relación entre consumidor y obra en Cultura y sociedad. 1780-1950 De Coleridge a Orwell, en dicho texto, el autor aborda las relaciones que entablan la cultura, la política y la industria dentro de la sociedad y los grupos que la integran; de igual modo, reconstruye la evolución y los cambios que han enfrentado cada uno de estos espacios sociales.

            En los modos en que se relacionan cultura, política e industria, para Williams, sobresale uno y es el de los mass media. En este confluyen tanto los intereses ideológicos, económicos y culturales. En lo ideológico está la reproducción de un cierto modo de pensar que las clases dominantes buscan propiciar en las clases subalternas, o como diría el autor, las masas.

            Esto último asociado al rubro de obra y consumidor nos permite comentar lo siguiente: Raymond Williams no mira con malos ojos a los mass media sino al contenido que éstos difunden pues en su mayoría los contenidos son de ínfima calidad aunque el alcance que poseen es muy importante. Para Williams, la comunicación masiva empieza desde la aparición de la imprenta y del libro y va desarrollándose tecnológicamente con la aparición del telégrafo, la radio, la fotografía hasta la aparición de la televisión. Lo anterior puede ser aplicado al caso propio del autor, pues su obra ha tenido como su principal medio de difusión al libro, impreso (formato que asumió en sus primeras ediciones) y digital (actualmente). Lo digital ha agilizado la difusión y abaratado los costos. Sin embargo, no se ha hecho más asequible a las clases populares desde el momento en que su medio de comunicación es la palabra escrita, restringida no sólo para quienes pueden leer sino para aquellos que han tenido una educación superior al común de la gente. Lo cual limita su consumo a los individuos que conforman la élite cultural. Lo anterior se respalda considerando el hecho de que un porcentaje importante de las publicaciones de Raymond Williams ha salido de universidades que poseen prestigio mundial como Columbia University, Stanford University y Oxford. La interpretación que puede hacerse es el dominio ideológico y económico de dichas instituciones así como la legitimación de la obra de Williams.

            Por otro lado, cabe resaltar que el lenguaje del que se sirve el autor es claro, de fácil comprensión para cualquier universitario, es decir, su lenguaje no es un metalenguaje que implique el dominio de ciertos conceptos y que se aboque a determinados campos de estudio. En ese sentido, se puede concluir que Williams buscó el apoyo de universidades de prestigio por el alcance mediático que estas permiten.

3.      Contexto
En el inicio de este ensayo al plantear la relación e productor y obra resaltamos la figura de Raymond Williams en tanto activa en las cuestiones políticas y sociales de su tiempo, asimismo es importante para plantear el análisis del contexto resaltar aspectos de su biografía que se relacionan con un contexto histórico particular.

Raymond Williams nace tres años después de la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial (1914-1918), de la cual Reino Unido había sido parte de la Triple Entente (Francia, Rusia y R. Unido), ejércitos que combatirían a la Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría e Italia). Desde este periodo de guerra, la revolución bolchevique (y el comunismo, por supuesto), significó para algunos el acontecimiento que podía poner fin a la Guerra. Durante la Primera y Segunda Guerra las ideas de los diferentes sistemas políticos eran adoptadas en todos los países de Europa y de América por grupos minoritarios que se mostraban en contra del sistema imperante. Gran Bretaña era un reino que practicaba la tradición democrática desde el siglo XIX, sin embargo, eso no impidió que el carisma del Comunismo albergara en el centro del movimiento a intelectuales que llevarían sus análisis sociológicos, más allá de la mera política y economía. En este periodo destaca el Círculo de Birmingham que estuvo constituido por Marxistas británicos que habían sido miembros del Partido Comunistas, del cual se alejan a causa de diferencias con el sector ortodoxo del partido, y se abocan al estudio de la historia cultural.
Así, en el análisis que planteamos, el texto  es un reflejo del contexto. La escritura de Cultura y Sociedad  es realizada durante el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial  (1939-1945), una guerra en la que convergieron nuevos sistemas políticos: el sistema democrático, el nazista-fascista y el comunista.

El contexto se refleja en la obra ya que en ésta la historia de la cultura, en relación a la sociedad, se realiza a través de la lupa de la teoría marxista o la lucha de clases que, a su vez, es uno de los fundamentos del comunismo.

Sin embargo, la obra también refleja al contexto en la medida en la que analiza y reflexiona sobre los prejuicios de la burguesía que, lejos de democratizar, acentúan la franja elitista entre la alta y baja cultura (lo cual no debería existir en una verdadera sociedad democrática).

Masa es todo y nada. Es todo cuando utilizamos el término para señalar al otro, al populacho. Y es nada cuando otro, nos señala a nosotros como parte de ese conglomerado despectivamente llamado populacho. Es un imaginario que no tendrá cabida en la medida en la que la sociedad genere su propia igualdad cultural (sociedad, economía y política), con la aceptación y eliminación de miedos y prejuicios de la burguesía y el aporte solidario de la clase obrera.

La comunicación entre la obra y el contexto se da en dos niveles:
                               I.            En la influencia del contexto político comunista que aporta los fundamentos para el análisis de la lucha de clases.
                            II.            En la sociedad que merecemos dentro de ese entramado complejo cultura-economía y política: una sociedad comunitaria, igualitaria, democráticamente auténtica, con pleno acceso a la cultura, con igualdad de posibilidades y de juicios estéticos.
Anahí Calderón 
Diana Elena García
Linén Rojas Romero




Bibliografía

SAN JUAN, E. Jr., “Raymond Williams and The Idea of Cultural Revolution”, College Literature,Vol. 26, No. 2, Spring, 1999, pp. 118 – 136,  http://www.jstor.org/stable/25112456

Universities and Left Review: http://newleftreview.es/history
WILLIAMS, Raymond, Cultura y sociedad. 1780 – 1950. De Coleridge a Orwell, Buenos Aires, Nueva Visión, 2001.


5 comentarios:

  1. Este ensayo nos permite observar cómo la teoría cultural que Raymond Williams desarrolló tiene su fundamento en su participación política. El hecho de que Williams desarrollará sus plantemientos a partir de la acción llama mi atención, ya que podríamos considerar su crítica cultural como testimonio.

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  2. Este ejercicio resulta interesante, pues Williams es uno de los precursores de los estudios literarios y ha sido a partir de su teoría que las relaciones entre lo histórico e ideológico cobran un fuerte sentido. Es decir, por medio de observar cómo se relacionan el productor, consumidor y contexto en la obra puede ampliarse el conocimiento que tenemos de ella.

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  3. Los aportes históricos relacionados con cada una de las partes de la metodología me parecen muy interesantes, ya que podemos ver como se corresponden y se refuerzan los diferentes acontecimientos, no sólo en su vida, sino a nivel mundial para inspirar sus diferentes obras.

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  4. En este link se puede consultar un artículo donde puede leerse los títulos de las obras: http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/williams.pdf

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  5. Cuántas veces nos hemos enfrentado a una obra sin reparar en la contextualidad de la crítica a partir de la sociedad que lo hace ser precisamente eso; ¿qué rumbos tomarán los caminos de la crítica literaria en nuestro país a partir de esta propuestas tan ajenas a nuestra realidad académica? Si es acaso que debamos seguir las pautas que nos han marcado para continuar reproduciéndolos.

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