miércoles, 17 de abril de 2013

2. El punto de vista del autor. Algunas propiedades generales de los campos de producción cultural


Intelectual total
·         Para Pierre Bordieu, Jean Paul Sartre es el más grande ejemplo del intelectual total [del siglo XX]. ¿Cuáles son esas características que conforman el arquetipo del intelectual total? Según P. Bordieu, ser un intelectual total es ser pensador escritor, novelista, metafísico y artista filósofo que compromete en las luchas políticas de su tiempo todas esas autoridades o conjunto de poderes intelectuales y sociales que antes había estado divididos, y “ahora” están reunidas en su persona. Son varios los elementos que se conjugaron para dar el sí al intelectual total encarnado en la figura pública de Jean Paul Sartre, por ejemplo,  eliminar las fronteras entre binomios como catedrático/filósofo, frontera académica/audacia crítica, erudición/inspiración, farragosidad del concepto/elegancia de la escritura, reflexividad/ingenuidad  (1997:312).

¿Octavio Paz podría ser el intelectual total de México?


El punto de vista del autor
·         En este apartado confluyen dos aspectos importantes de la literatura: el campo literario y el campo de poder. Explica Pierre Bordieu que existe una relación muy cercana entre el campo literario y el campo de poder. Entiéndase por campo literario como el lugar de las prácticas y de las representaciones artísticas y por campo de poder “el espacio de las relaciones de fuerza entre agentes o instituciones que tienen en común el poseer el capital necesario para ocupar posiciones dominantes en los diferentes campos (económico y cultural en especial)” (1995:320).
·         El campo literario está dominado por un campo de poder en manos de alguna autoridad cultural que, generalmente, impone su punto de vista marcando los límites del campo y señalando así quiénes sí se encuentran dentro de la categoría escritor y quiénes no, ya que esto último va a depender de si aquel que pretende estar dentro de… comparte el punto de vista de quien domina o ha fundado el campo. (1997:323)


El juego
·         Dentro del dominante campo literario es inevitable establecer cánones de escritura, algo así como una suerte de moda que forma parte del ciclo de producción del arte. Para Pierre Bordieu, el juego o la illusio artística es una aspecto que depende directamente del productor, ya que es él quien le otorga valor a la obra de arte, pero sobre todo, es quien la promueve y busca su reconocimiento por parte de la crítica (la cual es otro tipo de productor, algo así como un productor intelectual de lo que vale o no). Es así como los espectadores terminan creyendo en el valor de la obra de arte (338, 339). Es un juego en el cual se procura la creencia colectiva en el mismo juego, originando, así, un poder de consagración que, como enuncia Pierre Bordieu “permite a los artistas consagrados constituir determinados productos, mediante el milagro de la firma (o del sello), en [supuestos] objetos sagrados.” (1997:339)


Toma de posición.
·         El espacio de la toma de posición generalmente es controlado por el espacio de las posiciones, que, a su vez, está determinado por el reparto de poder –temporal-. El espacio de las posiciones es ese lugar en donde podría estar dominando el arte puro o el arte comercial, el arte bohemio o burgués o algún género literario o artístico. La toma de  posición es influida por los beneficios materiales o simbólicos de aquellas opciones del espacio de las posiciones.(1997:342,351)


Oferta y demanda
·         Uno de los casos más atractivos sobre la oferta y la demanda expuesto por Pierre Bordieu es el de la vanguardia. Plantea que la diversificación inicial, la cual fundamenta el principio del funcionamiento  de un espacio de producción diverso, sólo es posible con un público variado que también la sostiene y legítima. Respecto a la vanguardia Pierre Bordieu expone que “no se concibe la aparición y desarrollo de una vanguardia artística y literaria en el transcurso del siglo XIX sin el público que le garantiza la bohemia literaria y artística concentrada en París y que, pese a ser demasiado pobre para poder comprar, justifica el desarrollo de unas instancias de difusión y de consagración específicas, adecuadas para proporcionar a los innovadores, aun incluso a través de la polémica o el escándalo, una forma de patrocinio simbólico” (1997:373). Pareciera, pues, que no todo depende del productor, sino de la fuerza y del ingenio de su público.


Bibliografía
Bordieu, Pierre (1997), Las reglas del arte, Génesis y estructura del campo literario, Barcelona, Anagrama.

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